Según CNN, el concierto de
Barenboim del martes es imposible en Venezuela. Y sin embargo ahí
escuché la mejor versión que conozco de la 3º Sinfonía de Beethoven. El
público fue plural, porque esta revolución incluye al excluido sin
excluir al incluido, como dice Roy Chaderton. Sólo faltó más
proletariado del que ya entra a su Teatro Teresa Carreño, de donde no
saldrá nunca más.
Fue plural también la Orquesta del Diván Oriente-Occidente, integrada
por españoles, israelíes y palestinos. Su director, el argentino e
israelí Daniel Barenboim, tuvo la valentía de aceptar el honor de ser
palestino, por sus esfuerzos de paz entre ambas naciones.
Pero para CNN lo único que pasa en Venezuela es terrorismo de Estado y
violencia callejera. Nada más. Un gobierno brutal oprime a sus pobres
ciudadanos con una combinación de ejército dictatorial y grupos
guerrilleros que lo secundan junto con ETA.
Los medios de propaganda de guerra como CNN montan historias, lo que
los expertos llaman diégesis. Esta se opone a la mímesis, que consiste
en sólo mostrar las cosas. CNN no muestra ni demuestra, sólo echa un
cuento. Y el cuento no requiere demostración.
“Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se
vio; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía.
Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le
sentaba tanto que todos la llamaban Caperucita Roja” (Charles Perrault).
Y listo. ¿Verdad que no hace falta demostrar nada?
En esta otra trama de Venezuela también hay un lobo (Chávez) y una
caperucita (el pueblo). Sólo falta el leñador que alivie la ansiedad
moral que reclama resarcimiento. Al final, el público aplaude aliviado
el derrocamiento, la invasión, el Llanero Solitario disparando balas de
plata, el ejército imperial linchando a Hussein y persiguiendo al maluco
Bin La-den.
Los medios hegemónicos mundiales nos tienen ensopados de narraciones
así. Todas falsas, especialmente la que montan sobre Venezuela.
Por ahora, la paz con Colombia estropeó la quimera. Pero el show debe
continuar, ya inventarán cualquier otro disparate como que en Colombia y
México hay más inseguridad que en Venezuela. Claro, son tramas
destinadas a los más tontos. Pero bien tontos.